lunes, 27 de agosto de 2012

Poesía

                           ALGUIEN SE HA MUERTO

Alguien
se les ha muerto a los pájaros,
a las yerbas, a los mares.

Alguien les falta a las aceras,
a las esquinas, a los bancos de los parques.

Hay mucho dolor volando de nube en nube
y hay mucho llanto en la lluvia,
cada vez que alguien se muere.

Es el llanto del silencio,
de la lágrima sorda y sincera,
de los párpados ennegrecidos;
pero es también la farsa cínica
del día de las alabanzas.

Hay mucho tránsito por los túneles recónditos.
                           Los odios ancestrales se regodean,
y los lobos aguzan sus fauces esperando la presa.

Sólo las flores mortecinas acompañan a los muertos
asidas a sus coronas tardías y efímeras.

Qué alegres están los fangos,
qué dichosas las codicias,
y que tristes los úteros sangrantes.

Sólo el viejo tiempo con su guadaña inmisericorde
y su reloj rabioso de manecilla bífida,
                           sigue impasible cuando alguien se muere.

 

domingo, 5 de agosto de 2012